Las nuevas tecnologías han irrumpido en nuestra vida de una manera impactante, sobre todo, entre los más jóvenes que hacen un uso de ellas casi permanente en su día a día: relaciones sociales, estudio, trabajo, ocio… lo que puede dar pie a una adicción tecnológica de la que os hablamos en este post, porque nuestra fundación, Funsalud, desarrolla el proyecto Levanta la cabeza, encaminado precisamente a prevenir y tratar esta problemática tan común en nuestros días.
Es obvio que proporcionan muchos beneficios, pero un uso inadecuado y descontrolado puede dar lugar a que una herramienta tan útil pase a convertirse de afición en una adicción.
Ante esta realidad cada vez más frecuente y cercana, ¿cómo puedo saber si mi hijo o alguien de mi entorno están sufriendo una adicción a las nuevas tecnologías? ¿Cuáles serían las principales señales de alarma que podrían indicar una dependencia a las nuevas tecnologías? ¿Ante qué comportamientos sería recomendable pedir ayuda?
A continuación se detallan una serie de indicadores que pueden ser reflejo de un uso abusivo y descontrolado de las nuevas tecnologías y que pueden resultar de ayuda para identificar una posible problemática en nuestros jóvenes.
- Conectarse al ordenador u otro dispositivo electrónico constantemente llegando a privarse de horas de sueño durmiendo menos de 5 horas al día.
- Aún cuando no está conectado piensa en ello permanentemente no pudiendo disfrutar de las actividades que esté realizando en ese momento. La necesidad y el ansia por la pantalla lo ocupan todo y como consecuencia la persona puede parecer desconectada del resto de actividades en las que participa ya que su mente está centrada en todo lo relacionado con internet y las redes sociales.
- Dedicar tiempos llamativamente altos a estar conectado en la red, sin descanso y mostrando un deterioro físico como consecuencia del sobreesfuerzo y la sobre estimulación a la que se ve sometido.
- Prefiere permanecer conectado a pasar tiempo en familia o con amigos, descuidando sus relaciones familiares y sociales, estudios y otras tareas cotidianas como su cuidado y aseo personal o su alimentación.
- El uso de las nuevas tecnologías y la obsesión por estar conectado está generando discusiones y conflictos a nivel familiar con padres, hermanos, pareja, profesores o amigos.
- Mostrarse irritado y con cambios bruscos de humor, pasando de la euforia más absoluta a un bajo estado de ánimo y/o ansioso, fundamentalmente cuando no está conectado.
- Miente frecuentemente respecto al tempo que ha estado conectado o sobre la ocupación de su tiempo libre para ocultar la realidad adictiva que se está instaurando.
- Se aísla socialmente habiendo perdido el interés por actividades de ocio o hobbies que antes le gustaban y con las que disfrutaba.
- Su rendimiento académico y escolar se ha visto empeorado.
Estas serían las principales características que configuran el perfil de un adicto tecnológico, considerándose que la dependencia está instalada cuando el grado de interferencia en la vida cotidiana de la persona afecta sus relaciones familiares, sociales, el sueño, estudios, ocio y estado de ánimo. En este sentido, es compatible que aparezca una pérdida de control, así como una sintomatología ansioso-depresiva e irritabilidad, afectando todo ello al nivel de adaptación global de la persona, y por tanto, a su capacidad de disfrutar de su día a día. Si quieres saber más sobre el funcionamiento de la adicción tecnológica tan común en la actualidad, te recomendamos leer el post enlazado.
De este modo, se presenta como urgente y prioritario identificar desde los entornos más cercanos de socialización del joven estas señales de alarma para poder empezar a tomar conciencia de las dificultades que puede estar sufriendo y buscar ayuda profesional que permita frenar la adicción, devolverle el control de su vida y poder disfrutar de ella plenamente de una manera sana y libre., dado que a veces la labor educativa que hacemos en casa para guiar a los hijos en su crecimiento digital no llega a ser suficiente y se requiere la intervención de un profesional.
Desde Funsalud y el Proyecto Levanta la Cabeza podemos ayudarte, así es que, si te identificas con la sintomatología anteriormente descrita o crees que tu hijo, pareja o algún familiar cercano cumple con estos criterios y puede estar sufriendo una adicción tecnológica o está en riesgo de poder sufrirla, no dudes en contactarnos, te ayudaremos y asesoraremos en lo que necesites.
Marta Vicente Álvarez | Psicóloga especialista en psicoterapia con niños, adolescentes y adultos.
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